miércoles, 3 de septiembre de 2008

Basta De Prometer Bendición - Ricardo Gondim


por Ricardo Gondim

Ya no se soporta más tanta promesa de bendición. Molesta tener que oír a los pastores ofreciendo los más prósperos votos de felicidad y protección divina en cada culto. Ser bendecido se volvió casi una obsesión evangélica nacional.

Se promete tanta riqueza, salud física y felicidad que, por el número de campañas de oración realizadas, Brasil ya debería haber mejorado algunos de los índices de calidad de vida de las Naciones Unidas; con algo de alivio en la distribución de las ganancias o menos filas en los dispensarios públicos.

Basta de prometer bendición. La espiritualidad cristiana con sus oraciones, ritos y expectativas no gira en torno a la intención de ganar el beneficio celestial. El énfasis de los evangelios no se resume en un solo tema. Jesús les recordó a sus primeros discípulos que antes de preocuparse en salvar la vida, ellos necesitaban estar dispuestos a perderla (Marcos 8:35)

La magnitud de una causa no está determinada por aquello que sus seguidores ganan al conseguirla, sino por el precio que están dispuestos a pagar por ella.


Basta de prometer bendición. Los auditorios colmados de personas ávidas por recibir mayor auxilio divino favorecen el egocentrismo. Cuanto más se promete, más se quiere recibir. Ese camino no tiene fin. El salmo 106 narra el comportamiento de los judíos durante el período de su liberación del cautiverio egipcio.

Luego de sucesivos milagros, el pueblo parecía no saciarse, siempre exigiendo más. Esa fascinación por la siguiente intervención divina se transformó en codicia, y el versículo 15 nos deja una dura declaración:

“Y él les dio lo que pidieron,
pero les envió una enfermedad devastadora”.
Basta de prometer bendición. La Biblia no puede reducirse a una cajita de afirmaciones optimistas. Para seguir con su discurso de carácter práctico, la mayoría de los pastores sólo citan textos sacados del Antiguo Testamento y, aún, del período judío anterior al exilio.

Los sermones que buscan enfatizar bendiciones dejan de lado los textos contundentes del Nuevo Testamento en que los cristianos son convocados a vivir en un mundo cruel y doloroso. Jesús no intentó “dorar la píldora” y tampoco encubrió la verdad:
… en este mundo afrontarán aflicciones… (Juan 16:33)
Paulo advirtió a la Iglesia a no imaginarse bajo un caparazón de prosperidad:
Después de anunciar las buenas nuevas en aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, Pablo y Bernabé regresaron (…) fortaleciendo a los discípulos y animándolos a perseverar en la fe. "Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino de Dios", les decían. (Hechos 14:21-22)
Jesús reveló a la iglesia de Esmirna, en el Apocalipsis, el tenor de su misión:
“No tengas miedo de lo que estás por sufrir” (Apocalipsis 2:10)
Basta de prometer bendición. Quien se obliga verbalmente a dar todo, si es adorado, es el diablo; nunca Dios (Mateo 4:9). La espiritualidad judeocristiana no se establece sobre el utilitarismo. Dios no quiere adoración por lo que Él da, sino por lo que Él es.

En el libro de Job, Satanás hizo una acusación gravísima a Dios. Él intentó incriminar a Jehová de ser amado por sus hijos por soborno:
Satanás replicó:
¿Y acaso Job te honra sin recibir nada a cambio?” (Job 1:9)
La narrativa poética del libro entero deja claro que el Señor no era amado por sus innumerables bendiciones sobre la vida y la familia de Job que, pobre, aún puede exclamar:
“Desnudo salí del vientre de mi madre,
y desnudo he de partir.
El Señor ha dado; el Señor ha quitado.
¡Bendito sea el nombre del Señor!” (Job 1:21)
Basta de prometer bendiciones. La virtud cristiana que debe buscarse prioritariamente es la justicia. En el Sermón del Monte, los que tuvieren hambre y sed de justicia serán saciados (Mateo 5:6). Cuando el cristianismo destaca la promoción de la justicia, todas las demás bendiciones se vuelven secundarias (Mateo 6:33). Además, no existe predicación legítimamente evangélica sin la búsqueda del derecho:
… porque el reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas sino de justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo. (Romanos 14:17)
Antes de ambicionar para sí la benevolencia del Señor, los creyentes deberían anhelar la promesa de Isaías 61:3:
Serán llamados robles de justicia,
plantío del Señor, para mostrar su gloria.
La Iglesia Evangélica crece velozmente en Brasil, pero ¿se habrá dado cuenta de todas las implicaciones de lo que significa seguir a Cristo?

Soli Deo Gloria.

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N. del T. Este texto hace parte del último libro de Ricardo Gondim llamado “O que os evangélicos [não] falam”, aún no editado en español.

Para más artículos de Ricardo Gondim, visita su blog: http://www.gondimenespanol.blogspot.com/
Traducido del portugués por Gabriel Ñanco

11 comentarios:

Eli dijo...

gracias por compartir este blog, excelente sobretodo porque es lleno de verdad, respaldado por la palabra.

Mariqui Atiaga González dijo...

Eli,

Gracias a ti por siempre visitarnos y por dejarnos saber constantemente con tus comentarios que Dios puede usar estos vasos para bendecir a otros.

Un abrazo desde la tierra que te vio nacer!

la verdad a luz dijo...

Muy buen articulo, me gustó, pienso que refleja bien lo que DIos piensa, porque obviamente está basado en la palabra de Dios, y ella no falla. Es verdad que hoy la gente está mas preocupada de recibir algun favor de Dios, antes que amarlo por lo que él es, es triste todos van en busca de sus milagros y prosperidad, pero nadie, le busca sin interes alguno.
Amar a Dios solo por lo que él es, y a hecho por nosotros ya es mas que suficiente a mi parecer!

Que Dios te bendiga, grandemente.
Atte.
la verdad a luz

Anónimo dijo...

Sabes lo que mas me sorprende de "Teologia de la prosperidad" es que se olvidan totalmente del sufrimiento y las pruebas que hay que pasar para que nuestra fe sea probada. ...En este mundo tendreis afliccion pero confien yo he vencido al mundo. Dijo Jesus. Tal vez no lo dijiste en tu articulo pero el dinero que se mueve detras del "ofrecer bendiciones" es muy grande, tal y como lo hace la iglesia catolica al pedir dinero por el perdon de Dios, osea las indulgencias. Yo voy aun mas alla al decir que la busqueda de fama y poder ha hecho pensar a ciertos pastores que tiene el control de las bendiciones de Dios y que ellos tienen la falcultad de darlsela a quienes quieran y que ellos son la puerta para que el pueblo(la congregacion acceda a Dios) cuando Cristo rompio el velo del templo para que todo el quiera buscar a Dios lo pueda allar.
Solo me pregunto por que es que todos aquellos martires que se conocen a traves de la historia, murieron sin un solo centavo y algunos terminaron sus dias solos... por una causa, Jesus? Bien lo dijo Cristo no se puede servir a Dios y las riquezas. Todo depende lo que se busca, a Dios o la bendicion.

Mauri Hidalgo dijo...

Uno de los tantos errores en que cae la doctrina evangélica (no la Iglesia como cuerpo de Cristo) es enfocarse en un objetivo material o físico: "llenar espacios" (léase estadios, coliseos u otro tipo de lugar). Cuando lo más importante es llenar a cada persona oyente con el mismo Espíritu Santo. Y claro, para conseguir ese objetivo, se dice todo tipo de mentiras "verdades incompletas". Por ejemplo lo que he acabado de leer, es verdad que Dios es nuestro proveedor; pero también es cierto que vivir una vida íntegra que agrade a Dios implica mucho esfuerzo, sacrificio, y a veces, riesgos.
Las personas tienden a ver a Dios como alguien que te libera de tus problemas, satisface tus necesidades, y otras tantas cosas.... pero creo que están olvidando algo fundamental: Dios es el Señor de nuestras vidas, y como tal, se merece de nuestra parte la mejor adoración y la mayor honra y gloria

Anónimo dijo...

Recuerdo una persona que fue quien me guió en mis primeros pasos, está persona me vendió una idea de Jesús y del Cristianismo bastante distorsionada, pues es lo que había aprendido en su congregación, me pintaba un cuadro tan maravilloso de una vida llena de bendiciones, incluso me llegó a convencer que nuestra muerte sería sin dolor, miedo ni angustia. En ese tiempo yo no conocía nada de la palabra de Dios y me dejé convencer fácilmente.
Poco después me enteré de cómo habían muerto los apóstoles, unos crucificados, otros apedreados o decapitados, que iluso me sentí cuando empecé a leer un la biblia y descubrí poco a poco lo que decía Jesús a sus discípulos “en este mundo afrontarán aflicciones”, “padecerán a causa de mi nombre” y frases así de duras. Eso me hizo sentir que fui engañado.
Depende de nosotros aceptar las doctrinas comparándolas a la luz de la palabra.

Saludos y Bendiciones.

Anónimo dijo...

DIOS MIO!!! OREMOS A DIOS PARA QUE NOS CAPACITE A TODO CON UN ESPIRITU ANTI APOSTATA Y GLORIFIQUEMOS A DIOS EN NUESTROS PULPITOS

wate dijo...

pregunta: Un pastor en la iglesia q asisto dijo q uno tiene que buscar la bendicion. Y puso como ejemplo la historia de Jacob que engaño a su hermano Esau para recibir la bendicion. Es correcto decir q muchas veces las personas tienen que buscar la bendicion en vez de solo dejar que Dios actue?

Qué piensa Dios... dijo...

Wate,

La Biblia nos dice que nosotros tenemos que buscar a Dios, no que tenemos que buscar la bendición. La historia de Jacob, como muchas otras en la Biblia, nos muestra la gracia de Dios a pesar de la depravación humana. Dios no es un diosito chiquito que necesita que nosotros le ayudemos a bendecirnos porque Él simplemente es incapaz de hacerlo. Lee la Biblia, léela bien. Pídele al Espíritu Santo que te abra el entendimiento cuando la leas. La Palabra te mostrará la realidad de un Dios soberano, lleno de gracia, todopoderoso, y también la realidad de un ser humano completamente contaminado por el pecado, que tiene un corazón engañoso y perverso, que necesita completamente de CRISTO (no de "bendiciones").

Un abrazo,
Qué piensa Dios...

wate dijo...

Gracias, Desafortunadamente las iglesias llevan a veces mensajes erroneos y le hacen creer a las personas de que tu tienes que buscar bendicion en ves de primero buscar a Dios.

Unknown dijo...

Totalmente d acuerdo con el pastor gondim..